La Actual Historia sobre Oracion Al Doctor Jose Gregorio Hernandez que los expertos no quieren que usted conozca

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Por su lado, monseñor Juan Bautista Castro también envía una carta de recomendación al prior, en donde le solicita la admisión de José Gregorio a la orden. En 1908, es aceptado en el monasterio de clausura, tomando el nombre de Hermano Marcelo.

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La Próxima Beatificación Anunciada Por El Vaticano Genera Una Insólita Concordancia Entre Chavistas Y Contrarios

Debemos recordar que la Iglesia tiene en lista a unas 2.200 personas para su canonización donde el milagro es el centro de su operatividad. La Iglesia necesita modelos y ejemplos urgentes para presentarlos a un planeta que no posee valores y se refugia en conceptos sencillamente materialistas y de placeres. La santidad es la plenitud del hombre y desde ella se le da gloria a Dios y un impulso espiritual a todos.

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Pese a no ocupar algún cargo en el clero de la Iglesia católica, José Gregorio era un creyente del catolicismo. En 1907, decidió abocarse a la vida religiosa y, después de discutir el caso con el arzobispo de Caracas, monseñor Juan Bautista Castro, manda una carta al prior de la Orden de San Bruno en la Cartuja de Farneta.

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Se traslada a ejercer la medicina en su pueblo natal,​ no sin antes disponer un pequeño consultorio provisional, con el que se marcha ampliando su trayectoria como médico. Según contó a DIARIO LAS AMÉRICAS nunca se esperó que la reacción de la gente fuera tan masiva y también instantánea.

Como los esposos Moreno Gómez, decenas de venezolanos habitantes en el sur de la Florida se han acercado al sitio. Algunos oran y agradecen en silencio, otros llevan flores, carteles o candelas eléctricas. Es que el mural Un Beato en Wynwood se convirtió en un nuevo espacio para la oración. Después de volver como estaba del COVID-19, Carlos Moreno proporciona una oración ante el mural de José Gregorio Hernández en el Design Distric de Miami. Por intercesión de tu siervo José Gregorio dígnate concedernos la felicidad que tan confiadamente te nos encontramos suplicando, si debe de ser útil para tu gloria y para nuestro bien. Desde este momento me felicitarán todas y cada una de las generaciones, porque el poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santurrón y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

La historia del uno sin los otros -y al reves- queda a medias. El gobierno venezolano adicionalmente creó la Misión José Gregorio Hernández para atender a personas con discapacidades. Constatando su popularidad entre algunos fieles, la Iglesia católica en Venezuela inició en el año 1949 el proceso de beatificación y canonización, conducido por el arzobispo de Caracas, El Excmo. Perteneció a la Orden Franciscana Seglar de Venezuela , en la fraternidad de la Merced de Caracas, en la Iglesia Nuestra Señora de la Merced de los Frailes Capuchinos, efectuó su profesión como franciscano seglar. De ahí se desprende esa sensibilidad y amor por los más necesitados, vivió el carisma y la vida de San Francisco de Agarráis, reconociendo en el pobre a la persona de Cristo sufriente, a quien sirvió por medio de sus pacientes. Vivió el Evangelio como San Francisco de Asís y lo logró suyo. Su profesión en la OFS La merced la realizó el día 7 de diciembre de 1899 como consta en el libro de actas de la fraternidad .

Dirige una corte de Ángeles del Rayo Verde capaces de sanar y operar quirúrgicamente de forma milagrosa. Tiene su Retiro en el plano etérico de la Meseta de Esnujaque en el Estado de Trujillo, Venezuela. Nació en Isnotú el 26 de octubre de 1864, y desencarnó en la esquina de Amadores, en Caracas, el 29 de junio de 1919. Quizás entre las oraciones más conocidas dirigidas a José Gregorio Hernández fue la redactada por Monseñor Rafael Arias Blanco, Arzobispo Coadjutor de Caracas a lo largo de los años 50. Ahora se abre este petitorio con la referida oración, para luego darle paso a múltiples fórmulas novedosas que nos permitirán alivio y consuelo en las horas aciagas, encontrando el camino hacia el Padre por intermediación del ejemplo y virtudes del «Medico de los Pobres». Hace casi 100 años existió un doctor que dedicó casi toda su vida a atender enfermos y curarlos sin cobrarles ni un centavo. Comenzó muy joven en su natal Venezuela, pero transcurrido el tiempo personas de todas partes viajaban para atenderse con ‘El Médico de los Pobres’, el Dr. José Gregorio Hernández.

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Una gran parte de los enfermos no sólo mejoraban sino que esas patologías, varias plataformas, de pronto desaparecían. Pues con Dios, nada puede arrebatar nuestra fe y promesa. En la mitad de este sincretismo el doctor, vestido de negro de forma muy formal y con su cabeza tapada con el popular sombrero, nos dice que en su cara nos rebela la nobleza de sus virtudes para una identidad que salta en la caridad prodigada. A la vez, que esa presencia nos ofrece a saber la humildad en una humanidad que a cada paso es devorada por la vanidad. En el mes de septiembre de 1985 es aprobado el expediente sobre las virtudes heroicas y es proclamado Venerable, título que da la Iglesia a quienes considera un modelo de vida cristiana, digno de ser imitado por los leales. El heroísmo y las virtudes fueron proclamadas por Juan pablo II en enero de 1986. El proceso se inició en el mes de junio de 1949, a los 30 años de su muerte, siendo Arzobispo de Caracas Mons.

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